La situación de indocumentación pone a miles de persones, tanto adultos como niños y adolescentes, en una posición de vulneración física, mental y emocional. En la actual situación de crisis sanitaria, económica y social, la fragilidad de las poblaciones en situación de exclusión social, como las personas inmigrantes indocumentadas, ha estallado rompiendo el precario equilibrio en el que se habían establecido por necesidad.