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Entrevistamos a Samuel David Martínez Franco

Samuel, de veinte años y originario de Colombia, ha experimentado un complejo trayecto migratorio. En 2019 vio cómo le denegaban, a él ya su familia, el permiso de ciudadanía. A día de hoy, todavía son personas indocumentadas.

Su entrada en programa Pájaro de Fuego supuso un giro vital. Aparte del asesoramiento en temas burocráticos, Samuel valora especialmente el acompañamiento emocional recibido, que le ha ayudado a recobrar la esperanza ya superar la creencia de que toda la vida sería una persona sin estatus legal.

Samuel, cuéntanos tu experiencia desde que llegaste a España.

Llegué a Madrid cuando tenía 16 años con mis padres y, después de unos meses, nos trasladamos a Barcelona. Esto fue en enero de 2020. Desde entonces, hemos vivido en ocho sitios diferentes, desde Barcelona hasta el Maresme. El punto más duro fue cuando, un día, nos echaron de la habitación que compartíamos con otra gente y ya no conocíamos a nadie que nos acogiera. Mis padres y yo, unidos como siempre lo hemos estado, llegamos a planificar en qué playa dormiríamos y cómo lo haríamos. Finalmente esa noche encontramos un albergue. No tener un sitio donde dormir, no poder decir durante años la palabra 'casa', ha sido una experiencia que ha consolidado mi sensación de sentirme siempre sin un sitio al que pertenecer.

"No poder decir durante años la palabra 'casa', ha sido una experiencia que ha consolidado mi sensación de sentirme siempre sin un sitio al que pertenecer"

¿Qué te impulsa a venir a España?

La cruda realidad de vivir en Colombia. Pese a los intentos de paz, el país sigue inmerso en un contexto de guerra. La inestabilidad y la inseguridad han marcado mi vida, y más viviendo en la Comuna 3 de Medellín. Recuerdo los momentos de angustia cuando acompañaba a una amiga en la Comuna 10, conocida como la zona más violenta de la capital, con estadísticas de homicidios altísimas. Era una zona intocable, donde el miedo se respiraba por las calles. Vivir bajo estas condiciones, en un país con esa realidad, no es vivir.

¿Y cómo fue la acogida?

Una amiga de Madrid nos acogió durante un tiempo con la intención de que encontráramos un futuro mejor. Pero, como es obvio, ese tiempo fue limitado y sólo pudimos estar en su casa temporalmente. Fue aquí cuando vinimos a Barcelona y empezó la aventura de encontrar una casa, un trabajo y conseguir los papeles.

Cuando solicitas asilo político a un país lo que estás pidiendo, básicamente, es protección frente al temor a vivir en tu país de origen. Si se te valida, la persona solicitante puede vivir en el país de acogida legalmente, trabajar y ser un ciudadano en pleno derecho.

A nosotros se nos denegó porque consideraron que el Tratado de Paz que firmaron el gobierno colombiano y las fuerzas armadas revolucionarias en 2016, era un motivo suficiente como para justificar la paz de mi país de origen. Sin embargo, esto es totalmente falso, ya que Colombia sigue en violencia asociada a grupos armados tales como guerrillas y narcotráfico.

Y ahora, ¿en qué situación te encuentras?

Hace dos años, finalmente, logramos estabilidad en un piso en el distrito de Sants-Montjuïc. Sin embargo, esta estabilidad no se traduce en buenas condiciones laborales ni en buenos sueldos. Somos personas indocumentadas y, por tanto, no podemos trabajar de forma legal.

Actualmente, tanto mi padre como yo trabajamos de lunes a domingo, excepto los jueves, 12 horas diarias como repartidores en patinete. Mi madre dedica su tiempo como voluntaria en una iglesia ofreciendo clases de maquillaje, además de trabajar realizando labores de limpieza doméstica.

Debemos calcularlo todo en detalle, contando cada euro, ya que los trabajos que tenemos son muy precarios y el coste de vida es considerablemente elevado. Así, día tras día, vivimos con la esperanza de que el futuro nos brinde oportunidades más justas.

¿Cómo llegaste a formar parte del programa Pájaro de Fuego?

Después de tres años en Barcelona, ​​decidí iniciar el proceso de arraigo social. Me dirigí al Ayuntamiento, donde me derivaron en el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER) y, finalmente, en el programa Pájaro de Fuego. Desde entonces, he estado en contacto con Meritxell de Pere Claver Grup y con Paula de Fundación DAU. Ambas son referentes del programa Pájaro de Fuego de Sants Montjuïc – Les Corts. Ellas son las que me han apoyado y asesorado por todos los trámites migratorios.

Cuéntanos un poco más… ¿cómo te ayuda Pájaro de Fuego con estos trámites migratorios?

Por un lado, el programa Pájaro de Fuego me está ayudando en el proceso de conseguir los papeles y, por tanto, a ser un ciudadano de pleno derecho. Para ello me están apoyando mucho con el título de primera acogida, donde se debe estudiar catalán y conocer la cultura de Cataluña. Una acreditación esencial para que puedan otorgarte los papeles.

Pero no sólo me ha ayudado con los trámites migratorios, sino también con la convalidación de mis títulos académicos y el acceso a otros programas como Cáritas.

“Pájaro de Fuego me está ayudando en el proceso de conseguir los papeles y, por tanto, a ser un ciudadano de pleno derecho”

Uno de los objetivos del programa Pájaro de Fuego es acompañar a los y las jóvenes en su bienestar emocional. ¿Cómo has recibido esta ayuda?

En mi caso, enfrentarme a las múltiples barreras administrativas durante el proceso de regulación me ha resultado muy desalentador. Pero gracias a mis referentes, a su escucha activa ya conocer casos de inmigrantes que han conseguido los papeles, he podido recuperar la esperanza.

Además, me han invitado a participar en actividades de sensibilización en salud mental, ofreciéndome la oportunidad de compartir espacios con otros jóvenes en situaciones de vulnerabilidad como la mía. Sentirme acompañado y descubrir que no estoy solo, ha hecho que pueda ver mi futuro con perspectiva.

¿Te han ayudado también a conocer a otros jóvenes y realizar actividades de ocio?

Cuando voy, es para que me apoyen con temas burocráticos o emocionales. Por desgracia, actualmente no tengo mucho tiempo libre, puesto que trabajo 72 horas semanales. El tiempo que tengo fuera del trabajo, le dedico a estudiar el título la primera acogida ya mi banda de música, Ebola.

Ebola… ¡interesante! ¿Quién sois y qué toca?

Ebola es la máxima representación de cómo la comunidad es clave para las personas en situación de vulnerabilidad. Somos un grupo de latinos, la mayoría de nosotros en situación irregular, que nos hemos juntado y hemos creado un grupo de música de thrash metal y dark metal. Nos llamamos Ebola y nos podréis encontrar en YouTube, Spotify i Instagram.

Para mí este grupo representa la solidaridad, ya que la mayoría de nosotros no tenemos dinero para adquirir instrumentos, pero entre todos nos ayudamos ya través de donaciones y cesiones de espacio, hemos encontrado los recursos y el sitio para poder hacer ensayos y grabar el nuestro primer CD.

Si sin recursos hemos podido crear esto, otras cosas también serán posibles.

Con este mensaje esperanzador, ¿cómo ves tu futuro en Barcelona?

Ahora mismo, veo el futuro con esperanza, gracias a la ayuda que he recibido de Pájaro de Fuego. He tenido momentos en los que no veía claro el camino e incluso me había planteado volver a Colombia. Barcelona me parece una ciudad segura, llena de oportunidades y con una promesa de bienestar que me llena de optimismo.

Con esta mirada hacia el futuro, quiero destacar la importancia de deshacer los prejuicios en torno a la imagen de la persona colombiana. Aunque parte de nuestro país sufra problemas como la delincuencia, los homicidios y los robos, no todos compartimos esta realidad. Somos personas que buscamos oportunidades, que queremos trabajar y tener la posibilidad de vivir sin ser considerados ilegales sólo por el hecho de nacer en una región marcada por la guerra.

Por ahora, quiero convalidar mis estudios y conseguir la documentación necesaria para tener acceso a un trabajo y una vida digna.

Estoy decidido a luchar por mis derechos y contribuir a la construcción de una sociedad y un mundo donde la división entre nosotros no se limite a unos simples documentos.

Publicado en Miradas · Entrevistas, Pere Claver Grup, Servicios Sociales

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