El paro afecta mucho más a personas con un trastorno mental, según el informe El estigma y la discriminación en salud mental en Cataluña. Asimismo, el paro de larga duración provoca estrés, incapacidad de concentración y reacción, así como sensación de inutilidad, y sume al trabajador en un círculo vicioso que le impide salir fácilmente de la situación.
El Grupo Sant Pere Claver ha incorporado a su cartera de servicios el Centro Especial de Trabajo Estrella Tapia, situado en el barrio del Raval de Barcelona, para fomentar la inserción laboral de personas con discapacidad o un trastorno mental a través del sector textil.
La inserción laboral es un reto para las personas que sufren un problema de salud mental, tienen alguna discapacidad o viven en situación vulnerable con riesgo de exclusión social. La colaboración con Estel Tàpia permitirá ampliar la cartera de servicios del Grupo Sant Pere Claver y ofrecer nuevas oportunidades a los usuarios.
Una de las personas que lleva años trabajando en el CET de Estrella Tapia es Chaban Aramis, un chico de Ghana que llegó sin papeles a España en el 2004. A pesar de su situación de vulnerabilidad, ahora tiene un trabajo y se gana la vida gracias a la costura. “Siempre digo que Aramis es el caso”, dice orgulloso Joan Jérez, educador social de la Asociación Estel Tapia.
“Hay muy buena voluntad tanto por los técnicos de la Fundación Sant Pere Claver como por parte de Estel Tàpia para iniciar este camino juntos –comenta Xavier Muniesa, director del servicio–. Nosotros ya nos sentimos parte del proyecto”
¿Cómo fue tu viaje hasta ahí?
Salí de mi país, Ghana, en 2004. En tres semanas, crucé por carretera Ghana, Burkina Faso, Malí, Senegal, Mauritania y finalmente llegué a Marruecos. Una vez allí ya no tenía dinero, me los había gastado todos en pagar el transporte en coche. Por eso, me quedé durante tres años.
¿Qué hacías en Marruecos?
En Marruecos conocía a gente, tenía paisanos. No trabajaba, porque no hay trabajo. Nos buscábamos la vida como podíamos, poco a poco. Durante ese tiempo intenté encontrar la manera de entrar en España hasta que en el 2007 un amigo me ayudó a cruzar el estrecho. Recuerdo que salimos a las dos de la madrugada en patera. Éramos unas noventa personas, todas encabadas dentro de la embarcación. Éramos muchísima gente. Por suerte hacía buen tiempo y el mar estaba tranquilo.
¿Cuándo llegó a España?
Llegamos a las cuatro de la tarde a Almería. Pero la policía ya nos vio en el mar. Al llegar a puerto, nos cogieron y nos llevó en autocar hasta la comisaría de Algeciras. Nos dieron comida y nos cuidaron. Estuve allí un mes y después nos dejaron libres. Nos llevaron hasta Málaga. Allí tenía un compañero que me puso contacto con otro conocido que vivía en Barcelona. Lo llamé y me dijo que podía ir. Así que me fui y llegué hasta aquí.
¿Cómo fueron los primeros meses en Cataluña?
Viví en Mollet del Vallès con unos compañeros desde el 2008 al 2009. Me buscaba la vida, no tenía nada, ni siquiera papeles. Encontré un trabajo en un locutorio en L'Hospitalet. Trabajé hasta el año 2010. Pero yo seguía buscándome la vida hasta que alguien me dijo que tenía que ir a Cáritas, donde podrían ayudarme. Me fui, pedí cita y hablé con la asistenta social. Me llevaron al médico y en 2011 me enviaron aquí, a Estel Tàpia, al Raval.
¿Qué has hecho este tiempo en la Estrella Tapia?
Primero pedí ayuda, ¡pero hice un curso y todo! En el aula formativa, Juan, el educador social, nos enseñó a hablar castellano, a escribir, a trabajar… Para mí el aula formativa es Juan. Me enseñaron a utilizar una máquina de coser. Yo no sabía coser, pero un día lo intenté y me dio bien. Incluso aprendí a coser una chaqueta. Aquí me dieron trabajo de costura. Después de cuatro años de estar aquí con Juan aprendiz, me dijeron que era el momento de arreglar mis documentos. Me fui un tiempo, pero volví otra vez el 10 de noviembre de 2016.
¿Te gusta trabajar en el Centro Espacial de Trabajo Estrella Tapia?
Sí, me gusta. Trabajo cada día de nueve de la mañana a cinco de la tarde. También como aquí. Estoy muy tranquilo. Nadie me molesta. Y estoy contento con los educadores. Cuando no sé algo les consulto y me dicen cómo hacerlo. Juan, Julieta, María José, Jimena… todos me ayudan. Ya llevo nueve años con Juan, soy el más antiguo que hay por aquí. Estoy muy contento, porque es muy buena persona. Cuando algo me molesta el grito y siempre me dice que buscamos juntos una solución. Y cuando la encontramos, ya no hay problema.
¿Ahora que estabas haciendo?
Ahora tenemos mucho trabajo, y me gusta. Ahora estoy cosiendo unas bolsas por la Caixa. Debemos hacer 650, pero tengo otros compañeros de trabajo que me ayudan a coser. Ojalá venga más trabajo, porque queremos más. Me gusta trabajar. Y trabajar aquí me gusta mucho, porque estoy muy contento con todo el mundo. Ojalá pueda seguir trabajando aquí.