Hay días que pesan.
Días en los que no puedes más, pero lo escondes.
Días que te cierras, te enfadas, te callas o te parece que no encajas.
Días en los que no sabes cómo poner palabras a lo que sientes.
Y días que pasan. Poco a poco. Con alguien a su lado. Con calma.
Hay días así en todas las etapas de la vida.
Cuando eres pequeño/a, y quieres andar para descubrir cómo funciona el mundo.
Cuando eres adolescente y no sabes exactamente cómo eres, ni cómo explicarlo.
Cuando eres adulto/a, y la carga te supera.
Cuando eres mayor y añoras lo que ya no está.
Las emociones, las buenas y las malas son parte de la vida.
Vivirlas y no esconderlas es cuidar la tuya salud mental.
Promover el bienestar emocional es hacer sitio a ese malestar que todas y todos conocemos.
Con vínculos, hábitos, entornos y personas que nos acompañan.