El camino hacia la inserción laboral no siempre es fácil, especialmente para aquellas personas que se encuentran en situaciones personales complicadas y con pocas expectativas profesionales. Sin embargo, con el adecuado apoyo y una buena orientación, este camino puede transformarse en una experiencia de aprendizaje y crecimiento. Éste es el caso de la Piedad, que, gracias al Programa SIOAS ya su implicación personal, ha pasado de la falta de confianza inicial a un empleo estable en el sector de la atención a la diversidad funcional.
Un punto de partida complicado
La Piedad llega a Fundación Talleres en 2023 derivada por el Servicio de Empleo de Cataluña (SOC) para participar en el Programa SIOAS (Servicios Integrales de Orientación, Acompañamiento y Apoyo a la Inserción de personas con discapacidad o trastornos de la salud mental), impulsado por el Departamento de Empresa y Trabajo y cofinanciado por la Unión Europea. En ese momento, su situación personal le generaba falta de confianza y una percepción muy limitada sobre sus opciones laborales.
Gracias a su voluntad de mejora, al apoyo del Servicio de Prospección del SIL y al acompañamiento de su técnica de referencia se identificaron que sus aptitudes, creatividad y empatía, la hacían idónea para trabajar con niños.
Por este motivo, se le propuso realizar unas prácticas no laborales como monitora de comedor en una escuela del Vallès Occidental, gracias al Convenio de Colaboración establecido con la empresa Catering Vostra Cuina SL.
De las prácticas al empleo estable
La valoración del coordinador del centro educativo fue excelente, lo que permitió que Piedad fuera incorporada a la bolsa de trabajo de la empresa para cubrir sustituciones. Después de diversas experiencias en diferentes escuelas gestionadas por la misma entidad, ha conseguido recientemente una contratación de larga duración como veladora para niños con TEA en la Escola Martí y Pol de Sabadell.
Hoy en día, compagina su trabajo con una formación especializada en la atención y acompañamiento de personas con diversidad funcional, con el objetivo de seguir creciendo en este ámbito. Ahora, Piedad es una persona más segura de sí misma, activa y motivada para construir una carrera profesional en el sector social. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo el acompañamiento especializado puede marcar una diferencia real en la vida de las personas, facilitando no sólo la inserción laboral sino también una mejora integral en su calidad de vida.
